Lo golpearon y llevaron a la comisaría «por zurdo» tras defender a dos amigos

15 de mayo de 2019

Dos muchachos de barrio Bella Vista eran sometidos a una requisa policial cuando un tercero se acercó, hecho que generó el malestar de los policías. Terminó herido y demorado por horas en dos comisarías distintas

Enzo tiene 17 años, y el lunes por la tarde tomaba una gaseosa en la esquina de Cullen y Viamonte cuando vio que policías requisaban a dos de sus amigos del barrio. Se acercó y tras la molestia de los efectivos por presenciar la requisa, terminó demorado y golpeado. Cuando su padre lo buscó en la comisaría le dijeron que el muchacho estaba ahí “por zurdo”.

En diálogo con Ariel Bulsicco en Sí 98.9, Martín, padre del joven, relató el hecho: “Se vieron amenazados por mirar el procedimiento, y le dijeron ‘tomatelas pendejo, no tenés nada que hacer acá’, y Enzo respondió que estaba mirando, que los pibes son sus amigos y ellos no son delincuentes, no tienen antecedentes. Le insistieron con que se retirara, pero él respondió que tenía derecho a quedarse por estar en la vía pública». Entonces lo agarraron de los pelos, dejaron ir a los dos amigos, lo subieron al móvil del Comando y se lo llevaron.

Los amigos de Enzo que poco antes habían sido requisados avisaron a la familia sobre el hecho, y pocos minutos después el padre se dirigió a la Comisaría 14. Martín aseguró aseguró que al entrar escuchó los gritos de su hijo. «Pregunté por qué lo habían llevado, me respondieron que ‘lo trajeron por zurdo, y así tratamos a los zurdos’”, narró el hombre.

Martín recordó que al reclamar por su hijo “no se quisieron hacer cargo y lo trasladaron frente a mis ojos a la Comisaría 32, y entonces pude verlo, que le rompieron los anteojos y lo golpearon, tiene un derrame en el ojo y los pómulos hinchados”.

“Seguramente si no iba hubiera sido mucho peor su estado, desgraciadamente estamos viviendo un maltrato que ya es sistemático, él es menor de edad, y nunca había estado el en una comisaría”, agregó el padre del adolescente.

En la Seccional 32 Martín pudo ver a Enzo durante pocos minutos. Entonces trató de tranquilizarlo. “Lo vi incomodo, tenía mucha angustia y miedo. Le hicieron un acta por desacato a la autoridad. Salió a las 23.30, y lo llevé a un sanatorio privado. Vino un médico a constatar y dijo que tenía raspado el pómulo. Vamos a hacer una denuncia de lo que pasó a un Centro Territorial de Denuncia por violencia institucional, para que esto no quede impune y no le pase a otros pibes”, aseguró finalmente el padre.

Fuente: Rosarioplus.com