Paridad: un paso necesario

«Hemos llegado al objetivo que nos habíamos trazado, después de una lucha ardorosa. Debimos afrontar la calumnia, la injuria, la infamia. Nuestros eternos enemigos, los enemigos del pueblo y sus reivindicaciones, pusieron en juego todos los resortes de la oligarquía para impedir el triunfo. Desde un sector de la prensa al servicio de intereses antiargentinos, se ignoró a esta legión de mujeres que me acompañan; desde un minúsculo sector del Parlamento, se intentó postergar la sanción de esta ley», así comenzaba Eva su discurso al promulgarse la Ley que instituyó para siempre el voto femenino en 1947. 
 
Fue su militancia, su compromiso y uno de sus máximos reconocimientos a favor de los derechos políticos de la mujer. El 23 de septiembre de 1947, el Poder Ejecutivo promulgó esta ley estableciendo que «las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones argentinos…». Cuatro años más tarde, el 11 de noviembre de 1951, las mujeres votaban por primera vez.
 
Años después, en 1991 Argentina se convirtió en el primer país del mundo en sancionar la Ley de Cupo Femenino: norma que estableció un piso mínimo de 30% de candidatas en las listas de partidos políticos para cargos electivos. Esto permitió que en la actualidad, las mujeres representen un 36% de la Cámara de Diputados y un 42% del Senado, ubicando al país en el puesto 28 de 185 a nivel mundial. Veintiseis años después continuamos batallando para lograr la PARIDAD en la participación política de las mujeres.  En Santa Fe, hay una sola senadora y las diputadas sólo son el  34%, con disímil porcentual en la representación en concejos municipales y comunas.
 
Sin dudas que la ampliación de derechos se dió durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón y los de Néstor y Cristina Kirchner; reconocimiento de trabajadoras con las jubilaciones de amas de casa, reconocimiento derechos a las trabajadoras de casa particulares, leyes de trata, ley de violencia de genero, y otras tantas. 
 
Estamos orgullosas de haber conformado listas cumpliendo con lo que venimos impulsando dentro del Frente Justicialista, donde hay una mujer-un varón. La paridad trae justicia social y legitimidad del sistema democrático: cuando participamos, transformamos la política. No es posible concebir una democracia si las mujeres no estamos representadas igual que los varones.
 

Por Eva, Por Cristina, Por Milagro…
Celebremos nuestro derecho en democracia!